ALTAS LUCES AL ÓLEO

Este fin de semana mientras paseaba por el Retiro, me encontré en la Casa de Vacas con la exposición: "Isabel Guerra 2015. Pintura, dibujo y fotografía":


Fig. 1 Folleto de la exposición de Isabel Guerra.

Según reza el prólogo de la misma, la religiosa Isabel Guerra es conocida como la pintora de la luz, algo con lo que estoy de acuerdo tras reparar en el protagonismo que ésta tiene en muchas de sus obras.

En una de las que más me atrajo la mirada se me fue rápidamente a la parte más iluminada de la escena. Un fogonazo en toda regla que contrasta con el entorno predominantemente sombrío, resultando en una conseguida estética:


Fig. 2 Vuelve al interior tu mirada, Isabel Guerra, 2015.

Tras verla surgió ese ojo crítico fotográfico, en ocasiones como ésta, absurdamente erróneo, que me llevó a acercarme para ver cómo había conseguido pintar la monja esa zona de altas luces de tan buen impacto visual:


Fig. 3 Detalle de altas luces de la Fig. 2.

Allí no había nada. Ni color, ni textura, solo una mancha de tono uniforme cercana al blanco. Esto automáticamente nos tiene que hacer pensar. Si la artista tenía en su mano la decisión de establecer unas texturas de altos tonos, y decidió deliberadamente que lo que mejor funcionaría era un blanco puro, se pone de manifiesto lo mucho que nos obsesionamos a veces los aficionados a la fotografía con la preservación de las altas luces y la inconveniencia de los quemados. Máxime cuando en nuestro caso está aún más justificado que en el de la pintura permitir estas concesiones.

En la imagen anterior se ha demostrado que, al menos desde un punto de vista estético y artístico, tener zonas de altas luces sin textura allá donde podríamos haberla preservado, no solo no resulta un inconveniente sino que puede llegar a ser la mejor opción.

Vamos a ver otro ejemplo donde la pintora hace uso del mismo recurso, como los muchos que pueden encontrarse en la exposición:


Fig. 4 En el silencio escucho tu palabra, Isabel Guerra, 2015.

Aunque toda la ropa blanca del personaje define las altas luces de esta escena, la artista deja claro que por su proximidad a la fuente de luz debe ser la manga derecha la zona de mayor impacto lumínico. Así la desprovee voluntariamente de textura, cosa que no hace con el resto de la prenda, pintándola en un único tono blanco:


Fig. 5 Detalle de altas luces de la Fig. 4.

Es cierto que por la linealidad del sensor, la saturación de éste en ocasiones produce dominantes bastante desagradables debidas a las abruptas saturaciones parciales en altas luces. Los canales no se queman simultáneamente sino que lo hacen por turnos, dependiendo del balance de blancos empleado, y provocando que aparezcan bandas de color en los tonos más altos que delatan un "quemado digital".

Esto puede mitigarse mucho cuando se dispara en RAW, subexponiendo hasta asegurarnos de que en la captura tenemos íntegros los 3 canales de las zonas de altas luces para luego en el procesado llevar éstas a un tono cercano al blanco sin apenas textura, pero ya manteniendo las transiciones hasta el mismo suaves y sin saltos visibles de color.


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